Hay una duda que nos asalta cada vez que pensamos en los discos de freno de nuestro coche: ¿cada cuánto se cambian los discos de freno? Esta pregunta en realidad deberíamos tenerla más en cuenta sino queremos pagar más de la cuenta en un taller.
¿Cuándo cambiar los discos de freno?
Los discos de freno suponen una parte muy importante de nuestro vehículo, ya que su misión es reducir la velocidad del coche mientras se encuentra en marcha.
Al igual que ocurre con otros elementos de desgaste del coche como el embrague o las pastillas, la vida útil de los discos de freno depende en gran medida del tipo de conducción que se haga.
No es lo mismo recurrir asiduamente al freno motor para detenernos por inercia, que abusar del pedal de freno de forma continua. Sin embargo, a pesar de esta variable, hay una serie de nociones que nos sirven para saber cuándo nos va a tocar cambiarlos.
Existen varios tipos de discos de freno: sólidos, ventilados, perforados, rayados y mixtos.
Cómo reconocer unos discos de freno en mal estado
Antes de nada, hay que tener claros cuales son los desperfectos que suponen el cambio directo de los discos. Debes revisarlos detenidamente para comprobar si tienen decoloraciones, grietas o deformaciones.
A veces, podrás reconocer alguna alteración de forma evidente con mirar a través de las llantas o desmontando la rueda si no tienes suficiente visibilidad, pero otras las podrás detectar mediante la conducción. Anota estos puntos para que revises tu mismo los discos de freno de tu coche.
Pedal
Por el pedal puedes detectar varios síntomas que demuestran que los frenos están en mal estado. Pedal demasiado duro, pedal bajo, vibraciones, larga carrera del pedal o poco recorrido.
Si cuando aprietas el pedal de freno suavemente notas que se va deteniendo a intervalos, quiere decir que efectivamente tienen este problema. Se trata de un efecto que producen los discos deformados, porque al girar tocan la pastilla con más intensidad en la parte abombada.
Si vas a mucha velocidad lo notarás como una vibración, que no es más que esa frenada a intervalos, pero con mucha más frecuencia.
El coche oscila hacia un lado
Si tu coche tiende a irse hacia un lado, una de las razones puede ser por un problema de los discos de frenos en mal estado. Otras de las razones pueden ser baja presión de los neumáticos, que las pastillas de freno se hayan cristalizado o que estén impregnadas en líquidos de frenos.
Chirrido agudo en la frenada
También puede deberse a que haya suciedad en las pastillas o que éstas estén muy desgastadas o bien sean de una calidad inferior. Y por supuesto, también puede deberse a que el disco de freno esté en mal estado. Atento a la frenada.
Una o varias ruedas se bloquean en la frenada
Esta opción también se nota en la frenada y es muy fácil reconocer. Se trata cuando a la hora de frenar, algunas de las ruedas se bloquean, sin que todas a la vez lo hagan. Esto nos dice que algo no está funcionando bien y puede deberse a que los discos de freno estén en mal estado.
Pérdida de la capacidad de frenada en caliente
Cuando la capacidad de frenada disminuye, puede haber un problema con los discos de freno. En este caso, los discos de freno han superado su nivel de temperatura y pierden su capacidad, por lo tanto, no tendremos una frenada óptima.
Estos son algunos de los consejos para que puedas reconocer que debes cambiar los discos de freno antes de que sea tarde. Es muy importante revisar siempre los discos de freno, por eso te comendamos una cita previa en nuestro taller. Cuida siempre tu Volkswagen con los accesorios originales.